Introducción: Las maquinarias, las instalaciones, los edificios y otras clases de activos necesarios para las operaciones de las empresas sufren, por su uso, una disminución de sus valores, que no puede evitarse con los gastos corrientes de reparaciones. Puesto que el capital invertido debe permanecer constante, es necesario establecer un fondo de reserva que compense esta pérdida de valor.
Métodos de depreciación.- Depreciación es la pérdida de valor, no recuperado con el mantenimiento, que sufren los activos y se debe a diferentes factores que causes inutilidad, obligando por tanto al reemplazo del activo. Al terminar la vida de un activo debe reemplazarse invirtiéndose para ello un valor que recibe el nombre de Costo de remplazo.
Durante la vida del activo debe guardarse periódicamente cierta suma para crear con ella un fondo que recibe el nombre de reserva para depreciación y que este nombre de reserva para depreciación debe ser igual al Costo de reemplazo al terminar la vida del activo.
La vida útil, o duración probable de un activo se determina con base en la experiencia y tanto los expertos en estas materias como los fabricantes de equipos y maquinarias señalan una vida útil de los distintos activos y con base en estos datos se establecen el cálculo de la depreciación. Cuando el activo deja de ser útil, siempre conserva algún valor de salvamento.
El agotamiento, es la pérdida progresiva de un activo por reducción de la cantidad aprovechable del mismo. Tal es el caso de los minerales cuya cantidad disminuye por la operación de extracción, hasta agotarse. Estos activos reciben el nombre de activos agotables y no pueden reemplazarse.
Caída en desuso u obsolescencia. Ocurre cuando por razón de nuevos inventos o perfeccionamientos técnicos no resulta económica la utilización de ciertos activos.