De una manera u otra los autores de la Teoría de la Administración Clásica consideraban a las organizaciones y trabajos desde un punto de vista mecanicista: las organizaciones eran máquinas y los trabajadores, piezas de ellas. Y a pesar que las teorías administrativas clásicas reconocieron el rol de los individuos, se centraban en controlar y estandarizar el comportamiento de las personas. En contraste, la Teoría de] Comportamiento Administrativo poso mucho más énfasis en las actitudes y comportamiento del individuo y en los procesos de grupo.
Uno de los movimientos intelectuales que estimuló la creación de esta escuela de pensamiento fue la sicológica industrial, desarrollada por el sicólogo alemán Hugo Munsterber (1863-1916), quien sugirió que la sicología podía hacer una valiosa contribución a los administradores en el área de selección y motivación.
Otro autor que contribuyó a esta escuela de pensamiento fue Mary Parker Follet, quien dio importancia al comportamiento humano en las organizaciones; en especial se preocupó de la educación de adultos y de la orientación vocacional.
Sin embargo, esta teoría recibió el mayor empuje a través de una serie de estudios realizados por Elton Mayo y sus asociados entre los años 1927 a 1932. Conocidos en la literatura como los estudios Hawthorne, llevaron a Mayo y asociados a concluir que el elemento humano era mucho más importante en el lugar de trabajo que lo que habían pensado los autores de la escuela clásica.